Es una ciudad pequeña y tranquila que fue sin embargo, el escenario de la batalla más importante de Portugal: la Batalha de Aljubarrota frente a los castellanos (1385).
Esta batalla dio a Portugal la independencia de Castilla, y en honor a este hecho, el rey Juan I construyó el Mosteiro da Batalha, que en la actualidad es el mejor de Portugal.
Visitamos lo más importante, que es su MONASTERIO DE BATALHIA, también conocido como Monasterio de Santa María da Victoria. Considerado como una de las " 7 maravillas de Portugal". Se tardó en construir dos siglos, del XIV al XVI, nunca llegó a terminarse. Obra maestra del gótico portugués.
El pórtico principal, con sus 78 esculturas relacionadas con el Antiguo Testamento.
En la imponente nave central de la Capilla Mayor con sus altas columnas, contrafuertes y enormes vidrieras, se encuentra la Capilla del Fundador con la tumba de Juan I y su familia, incluida la de su famoso hijo Enrique ‘El Navegante’.
CLAUSTRO REAL DEL MONASTERIO
Sala do Capítulo, bajo su bóveda de estrella de estilo gótico, se encuentra la tumba al ‘soldado desconocido’, está custodiada por dos soldados uniformados y firmes. Paseábamos por el claustro cuando escuchamos un ruido que se acercaba a marcha rápida, cual fue nuestra sorpresa que vemos aparecer dos soldados que vienen hacia esta sala para hacer el "cambio de guardia".
CAPILLAS INACABADAS
Las llamadas Capillas Imperfectas quedaron así sin terminar. Relegado al olvido, el monasterio fue asaltado durante las Invasiones Francesas y la tumba de Juan II, saqueada. Un incendio destruyó algunos anexos. La decadencia se acentuó a principios del siglo XIX hasta el punto de que los sacerdotes y clérigos abandonaron el lugar. Las primeras iniciativas para restaurar el monasterio empezaron con el espíritu artístico de Fernando II en 1840, pero tuvieron poco alcance.
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