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miércoles, 20 de septiembre de 2023

Paseando por el BARRIO DE SANTA CRUZ de Sevilla. Plazas de Sevilla.

 

BARRIO DE SANTA CRUZ

 Ubicado en pleno centro de la ciudad , en lo que fue la antigua judería de Sevilla. Este barrio es un laberinto de pequeñas calles en donde se mezclan casas y palacios con inmensos patios de indescriptible encanto. Sus pequeñas calles desembocan en las plazas más importantes del barrio y está directamente comunicado con el Casco histórico del que se tienen bellas vistas. 

PLAZA DEL ALFARERO

 Esta plaza se encuentra en un lugar privilegiado de Sevilla, limitando con la calle Agua y los jardines de Murillo, y siendo una de los accesos directos a la Plaza de Santa Cruz.

Esta Plaza de Alfaro se denominó en la última mitad del siglo XVI como  Plazuela del Obispo de Squilache, al vivir en ella Don Alonso Fajardo que fue canónigo de Sevilla y Obispo de Squilache,  fundador del Convento de las Vírgenes en 1.587.

Su actual nombre lo toma del celebre jurisconsulto Don Francisco de Alfaro, quien nació en dicha Plaza.

Se dice que en la parte más estrecha de esta plaza, en una humilde casita, murió el pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, que sí está enterrado muy cerca como se hace constar en una lapida en la contigua Plaza de Santa Cruz.


Bonito balcón de una de las casas solariegas del barrio de Santa Cruz, que se encuentra en la Plaza del Alfaro.
 

PLAZA DE SANTA CRUZ

En la Plaza de Santa Cruz estuvo ubicada la Iglesia de Santa Cruz, en la que el 4 de abril de 1682, un día después de su fallecimiento, fue enterrado Murillo.

Vecino de la parroquia de Santa Cruz en los últimos años de su vida, Murillo solía visitar frecuentemente el templo no sólo para asistir a los oficios divinos, sino para contemplar la pintura El descendimiento de la cruz de Pedro de Campaña, sita en la capilla de los herederos de don Hernando de Jaén. Al respecto, Antonio Ponz narra una leyenda según la cual, Murillo solía contemplar durante mucho tiempo dicho cuadro y en una ocasión, al urgirle el sacristán que terminara pronto porque tenía que cerrar la iglesia, Murillo respondió que “estaba esperando a que acabasen de bajar de la cruz a aquel divino Señor”.

La partida de defunción del artista indica únicamente que fue enterrado en la iglesia, sin especificar el lugar. Antonio Ponz señaló en 1786 que fue enterrado a los pies de El descendimiento de la cruz de Campaña; no obstante, el hecho de que la capilla fuera privada impide que pueda ser dada por válida dicha aseveración.

La iglesia de Santa Cruz fue demolida en el año 1810, durante la invasión francesa, quedando sepultados los restos del artista en este lugar que hoy configura la Plaza de Santa Cruz. Estas circunstancias son recogidas en una placa recordatoria situada en la una fachada oeste de la plaza.

 
 
 La Plaza está presidida por una CRUZ DE FORJA realizada por Sebastián Conde en el año 1692, situado en el centro del jardín. Esta cruz estuvo situada hasta 1840 en la calle Sierpes, en su confluencia con la calle Rioja. La cruz está diseñada como una cruz farola de la que salen cuatro serpientes, que hacen referencia a la calle Sierpes, su primitivo lugar de emplazamiento, y sobre sus cabezas se apoyan unos angelitos que portan unos faroles forjados. Según algunos historiadores el verdadero nombre de la Cruz de la Cerrajería fue la Cruz de las Sierpes, o serpientes, según la obra “El Cicerone de Sevilla” de Alejandro Guichot. La Cruz de la Cerrajería fue trasladada al emplazamiento actual en 1918, con motivo de la remodelación de la Plaza de Santa Cruz proyectada por el arquitecto Juan Talavera y Heredia. La cruz de guía con la que abre la procesión cada Martes Santo la Hermandad de Santa Cruz es una reproducción basada en esta Cruz de la Cerrajería que preside la plaza. Esta cruz de guía a imagen de la que preside la plaza es obra del taller de Orfebrería Hermanos Delgado López de Sevilla en 1998. En la fachada del edificio al oeste de la plaza, puede leerse una lápida colocada por la Academia de Bellas Artes en 1858 que recuerda que en ese lugar, en lo que fue el primitivo templo de Santa Cruz, fueron enterrados los restos del célebre pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo.



  Información sacada de internet.

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