No es un castillo en sí como los que conocemos en España, es mas bien un recinto construido en el siglo IX, lleno de edificios y sitios espectaculares como la Catedral de San Vito, el antiguo palacio real, jardines y calles pintorescas como el Callejón del Oro. Se necesitaría un día completo para recorrerlo sin prisas. La entrada es GRATUITA, si hay que pagar en cada uno de los edificios que se quiera entrar y visitar, nosotros sólo lo visitamos por fuera.
Ha sido la residencia de los reyes de Bohemia, de los emperadores del sacro imperio romano, de los presidentes de Checoslovaquia y actualmente de los presidentes de la República Checa, pero a pesar de ello, una gran parte del recinto es accesible al público.
JARDINES DEL CASTILLO
Fernando I de Habsburgo ordenó la construcción del jardín real. Con el tiempo, adquirió a los propietarios unos antiguos viñedos en el valle del arroyo Brusnice e hizo construir allí un jardín renacentista. Pronto se hizo famoso por sus raras especies botánicas y plantas exóticas adquiridas de tierras lejanas.
Son unos jardines muy bonitos y muy cuidados.
Atravesamos la puerta, custodiada por dos guardias del castillo y unas copias de las esculturas de la Batalla de Titanes, entramos en el primer patio del complejo donde vemos la Puerta Matías, el monumento barroco más antiguo de la República Checa, realizada en piedra arenisca.
Todos los días cada hora se realiza el cambio de guardia pero a las 12:00 horas se produce la ceremonia de la entrega del estandarte y el relevo de la guardia del Castillo de Praga acompañada con una banda de trompetas.
Atravesando la Puerta Matías continuamos hacia un segundo patio del siglo XVII, donde encontramos:
– La Fuente de Kohl, también conocida como la fuente de los leones, por su decoración, es una de las más antiguas de Praga. Tiene una base en forma de trébol de cuatro hojas y fue la cisternas más grande que abastecía de agua al castillo.
Justo a su lado un pozo del siglo XVIII.
– La Capilla de la Santa Cruz, de estilo barroco. En su techo podemos ver los frescos de tres escenas bíblicas.
Actualmente funciona como agencia de cambio.
– Los Establos Imperiales donde se encuentra la Galería de Pintura del Castillo de Praga con una importante colección de pintura renacentista y barrocas.
Hay más de 4.000 cuadros entre ellos de Tintoretto, de Rubens o Tizziano.
Y llegamos a un tercer patio donde encontramos:
La Catedral de San Vito es uno de los monumentos más importante de Praga. Aquí han tenido lugar las coronaciones de los reyes y reinas de Bohemia.
El interior de la catedral tiene planta en forma de cruz, rodeada de capillas. En ella se encuentran enterrados todos los obispos y arzobispos así como numerosas tumbas de estilo gótico con algunos reyes checos.
Fueron precisos seis siglos para verla terminada, ya que comenzó a edificarse en 1344 y no se finalizó hasta 1929.
BASÍLICA SAN JORGE
Este templo, ubicado en la plaza de San Jorge, es un lugar repleto de historia. Fue fundado sobre el año 920 por el príncipe Bratislao I de Bohemia, padre de San Wenceslao, que es el patrón de la República Checa. La basílica se dedicó a San Jorge y muy pronto se convirtió en un lugar de culto, pues en el 925 se depositaron aquí los restos mortales de Santa Ludmila de Bohemia, abuela de San Wenceslao y principal responsable de su educación. Fue asesinada y se convirtió en la primera mártir checa.
San Jorge matando al Dragón.
CALLEJÓN DE ORO (Zlatá ulička)
Pequeña calle de apenas una docena de casas de colores que se encuentra junto a la muralla. Este conjunto de casas de estilo manierista fue ordenado construir en el siglo XVI por el emperador Rodolfo II, para dar cobijo a los guardias reales y a sus familias, tras la destrucción por un incendio de los viejos barracones de madera que los albergaban.
El nombre de «callejón del oro»: aunque no está comprobado y parece más bien una leyenda popular, se cuenta que en estas casas habitaban los alquimistas de la corte de Rodolfo II. Los praguenses han alimentado este mito a lo largo de los siglos, bautizando esta pintoresca calle con el nombre con que la conocemos hoy.
La realidad es que con el paso del tiempo, estas coloridas casas, que parecen el decorado de un cuento infantil, fueron ocupadas por pequeños artesanos locales y, sobre todo, por orfebres, hasta que en el siglo XIX fueron definitivamente abandonadas.
Su restauración y apertura al público tendría que esperar hasta mediados del siglo XX, varios años después del fin de la ocupación nazi de Praga.
Durante algo más de un año (entre 1916 y 1917), el famoso escritor
Franz Kafka ocupó, junto a su hermana, el número 22 de esta calle. Fue
poco tiempo pero el suficiente para que su antigua casa se haya
convertido en uno de los principales reclamos del Callejón del Oro.
En la actualidad, la casa del autor de la La Metamorfosis acoge una tienda de souvenirs y productos típicos de Praga.
Entre los años 2010 y 2011 el Callejón del Oro fue sometido a un gran proceso de restauración. Hoy podemos ver en el interior de varias de las casas una exposición que recrea la historia de algunos de sus vecinos.
Son tiendas de artesanía local y souvenirs típicos de Praga, como el cristal de bohemia y las marionetas.
Para acceder al Callejón del Oro hay que pagar entrada
(lo más práctico es comprar la entrada combinada al Castillo de Praga), pero ha partir de las 8 de la tarde, una vez que se han cerrado las tiendas, puedes entrar GRATIS y ver el callejón con las casitas.
Callejeando por el interior del Castillo.
TODAS LAS FOTOS SON PROPIEDAD DE VIAJANDOJUNTOS31
Enlaces de interés:
http://www.mundocity.com/europa/praga/castillo.html
https://www.barcelo.com/guia-turismo/es/republica-checa/praga/que-ver/que-visitar-en-praga/#12
https://meinewanderlust.com/republica-checa/praga-republica-checa-parte-2-el-castillo-de-praga/
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