martes, 2 de julio de 2024

ALCÁZAR DE LOS REYES CATÓLICOS de Córdoba. Paseando por la ciudad...

  Edificio de carácter militar, se construyó por orden del rey Alfonso XI en 1328. De estilo gótico, a orillas del río Guadalquivir, fue construido sobre el antiguo Alcázar de los Omeya. A lo largo de su historia ha desempeñado funciones muy diversas: en la Edad Moderna fue sede de la Inquisición, desde 1822 hasta 1931 fue cárcel y posteriormente acogió instalaciones militares hasta su cesión al Ayuntamiento de Córdoba en 1955.

 

 Durante diez años, desde este espacio se organizó la estrategia de la conquista del reino de Granada, por lo que los Reyes Católicos pasaron diversos periodos en él. Y donde recibieron a Cristóbal Colón.

Justo en la entrada del Alcázar encontramos la escultura dedicada a ALFONSO X "El Sabio"(hijo del rey Fernando III "el santo"). Aparece representado como un guerrero, pero portando un manto, un cetro y la corona real. En su mano izquierda lleva un libro, haciendo clara referencia a su sobrenombre "el sabio", sobrenombre adquirido por su fuerte interés hacia la cultura.

 Sarcófago de las Puertas del Hades.

Uno de los sarcófagos romanos mejor conservados de la península ibérica, realizado en el siglo III probablemente por una familia noble cordobesa y mandado realizar en mármol de carrara. Fue encontrado en el barrio cordobés de la Huerta de San Rafael en 1958, fue trasladado al Alcázar y en él aparecen representadas las puertas del Hades, la familia de los difuntos, así como el caballo alado Pegaso en los laterales.

Salón de los mosaicos.

 

Excavaciones en el patio de Mujeres que dieron luz a restos arqueológicos que van desde el siglo I hasta el siglo XII.


 
Jardines del alcázar.



MONUMENTO A LOS REYES CATÓLICOS Y A COLÓN.

Todos conocemos a Cristóbal Colón, un genovés con el sueño de llegar a Asia a través de una ruta que partía desde el oeste pero que, finalmente, acabó llegando al continente americano.

Este famoso viaje no hubiera sido posible sin la financiación de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, a quienes se les presentó Cristóbal Colón en dos ocasiones para informarles de su proyecto. La primera reunión tuvo lugar en la ciudad e Córdoba en 1487, concretamente en el Alcázar, donde se encontraba la Corte de estos monarcas. En esta primera audiencia de Colón con los Reyes, se convirtió en una larga negociación que no vio su resolución hasta las Capitulaciones de Santa Fe en 1492.

La primera negativa de los monarcas hacia Colón fue debido a que en esos momentos se debía dar toda importancia a la conquista del Reino de Granada, el último territorio de Al-Ándalus que quedaba bajo el poder de los musulmanes. A pesar de casi no haber prestado atención a su proyecto, los Reyes mandaron estudiar esta propuesta ya que no pensaban que fuera un plan tan descabellado. Cristóbal Colón, mientras Isabel y Fernando estaban ocupados con esta conquista, se alojó en la ciudad de Córdoba, concretamente en el Convento de la Merced, actual sede de la Diputación de Córdoba.


 
 PASEANDO POR LA CIUDAD...
 
Alminar de San Juan, fue construido a finales del siglo IX y perteneció a una de las numerosas mezquitas medievales que había en aquel momento en la ciudad. Como miranete su principal función era que desde lo alto, el almuédano llamaba cinco veces al día a los fieles a la oración. Cabe destacar que es el único alminar intacto de la Córdoba musulmana Tras la reconquista de la ciudad por tropas cristianas, el edificio fue cedido a la orden de San Juan de los Caballeros transformándose la mezquita en la Iglesia de San Juan de los Caballeros. Sin modificar prácticamente su aspecto primitivo, el alminar fue convertido en campanario añadiéndole un cuerpo superior de campanas.
Con una profunda reforma que tuvo lugar en 2018, el alminar fue puesto en valor ya que no solo es una muestra única de la arquitectura emiral en Córdoba sino también es uno de solo cuatro alminares existentes en España que están declarados como Bien de Interés General. 
 
 
Iglesia de San Pablo.


 
Real Parroquia de San Lorenzo Mártir.
 
 Limitaba con la muralla que protegía la ciudad. Situada en el barrio del mismo nombre, esta iglesia es una de las más exquisitas joyas de la arquitectura medieval cordobesa. A pesar de las remodelaciones, las restauraciones de principios de siglo le han devuelto parte de su estética primigenia. Su originalidad radica en el pórtico de tres arcos que antecede a la entrada principal, situándose en el lado izquierdo la torre, y en el, centro el imponente rosetón. La torre fue construida sobre el alminar de una antigua mezquita, cuyos restos pueden verse en el cuerpo principal, siendo lo tres últimos añadidos del XVI por Hernán Ruiz II. El movimiento de los prismas superiores precede en estética a la Giralda sevillana. En su interior destacan la cabecera, cubierta con pinturas italogóticas, y el retablo mayor barroco, alojado hoy en día a los pies de la iglesia, cerca de la imponente pila bautismal.
 


 
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