viernes, 5 de abril de 2024

SEMANA SANTA Sevillana, 2024. Hermandad del Cachorro, Hdad. de la O y Hdad. Esperanza de Triana.

 Llevamos varios años de sequía y precisamente ha tenido que llover en la "semana grande", para todos los cofrades. Empezó a llover el Domingo de Ramos y no paró hasta el Domingo de Resurrección. 

Gracias a todo lo que ha llovido durante esta semana, posiblemente ya no tengamos que seguir con las restricciones este verano, por lo que " SIEMPRE HAY QUE BUSCARLE LA PARTE POSITIVA A TODO"

Sin embargo, este año han sido muy pocas las hermandades que han podido procesionar por las calles de nuestra Sevilla y sus pueblos. Una madrugá en la que no ha podido salir ninguna hermandad.

Visitas de las iglesias el SÁBADO DE PASIÓN.

             HERMANDAD DEL CACHORRO. 


 Santísimo Cristo de la Expiración.

Uno de los grandes Crucificados del barroco español, representa el instante de su muerte. Cristo crucificado está vivo mirando a lo alto. Se trata de una de las figuras más perfectas de la imaginería andaluza. Realizada por el imaginero Francisco Antonio Ruiz Gijón nacido en Utrera en 1653.







 

Ntra. Sra. del Patrocinio.

Obra del escultor  Luis Alvarez Duarte, creada en 1973 tras el incendio.




 La Virgen del Patrocinio renacida del fuego.

En 1973 un incendio calcinó a la antigua Virgen del Patrocinio y dañó gravemente al Cachorro. Aquel 26 de febrero, poco después de las dos de la tarde, un albañil llamado Rafael Blanco Guillén vio salir humo del templo. Entró por un balcón y apartó los candeleros que ardían, hasta llegar al altar y salvar al Cachorro. El portentoso Crucificado sufrió daños graves, pero pudo sobrevivir a las llamas, sin embargo, en aquel lamentable siniestro, la Virgen del Patrocinio quedó reducida a cenizas.

·       Pocos días después del incendio ocurrió el milagro. Luis Álvarez Duarte era entonces un joven imaginero de poco más de 23 años, que tenía su taller en la calle Aguiar. Allí se encontraba aquella tarde de febrero de 1973, cuando sintió pasar un sinfín de coches de bomberos y ambulancias hacia Triana. Poco después se enteró de que se había declarado un incendio en la iglesia del Patrocinio, donde recibía culto el Cachorro. Fue su amigo Pepe Gómez Clérigo, cofrade del Cachorro y del Museo, quien le dio la noticia. Venía desolado. Le contó que la Virgen del Patrocinio había quedado completamente destruida, y le sugirió que hiciera un boceto para una nueva Virgen y que se lo presentara a la hermandad. Luis Álvarez Duarte acudió con su amigo al templo, donde pudo comprobar la magnitud de la tragedia. Pero la propuesta de ofrecerse le pareció aventurada. Ante la insistencia, optó por hacer un modelo del rostro en barro, que presentaría a los cofrades del Cachorro cuando estuviera acabado.

     Cuenta Álvarez Duarte que sintió algo en su interior, que le movió a modelar la mascarilla. Desde el principio supo lo que quería: una Virgen que evocara a la anterior, que se pareciera, pero que al mismo tiempo tuviera su impronta y su estilo, que fuera inequívocamente suya. El profesor José Hernández Díaz, catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, avaló aquella idea. Hizo la mascarilla y el cuello, modelado en barro. Aún estaba fresco, cuando le puso un paño blanco, a modo de tocado. La Junta de Gobierno del Cachorro, que entonces tenía como hermano mayor a Carlos Elliott, acudió a verla. Se llevaron una grata impresión y le pidieron que siguiera adelante, aunque con la condición de mantenerlo en silencio.

·      La mascarilla que arrojaron al río. / E. Borrego

·       El 15 de abril de 1973 la nueva Virgen del Patrocinio fue bendecida. Los últimos días fueron intensos en el taller del escultor. Le llevaron un manto verde, una saya antigua y una corona de plata, con la que vistieron a la nueva imagen. Antes de ser bendecida, acudieron a verla algunas personas, entre ellas el cantaor Manolo Mairena.

      En el acto de la bendición, que estuvo presidido por el cardenal José María Bueno Monreal, hubo momentos muy emotivos. El Cristo de la Expiración, aún dañado por el fuego y sin restaurar, permanecía en su camarín. Antonio Mairena, de rodillas, le cantó una impresionante saeta al Cachorro. Después le cantó a la nueva Virgen del Patrocinio la saeta inolvidable que interpretó por vez primera su hermano Manolo en el estudio de Álvarez Duarte:

  “Y no pudieron las llamas/ destruirte, Patrocinio,/que el corazón de Triana/ te ha devuelto a tus dominios/ igual de hermosa y gitana”.

·       Unos días antes, en el puente de Triana, se llevó a cabo un ritual casi mágico. Los cofrades del Cachorro decidieron que la mascarilla de terracota (elaborada por Duarte), sería destruida para que nadie pudiera reproducir nunca jamás la cara de la Virgen del Patrocinio. Llegaron al puente de Triana por el lado de la capillita del Carmen, rezaron una salve. Antes de llegar a la tercera farola, el escultor rompió la mascarilla con el mazo que había utilizado para tallar a la Virgen. La cara quedó rota en varios trozos y la tiraron al río, a continuación, arrojaron unos claveles de color rosa, como los que luce el Viernes Santo. En las aguas del Guadalquivir quedaron los restos de la cara de la nueva Virgen del Patrocinio.

Diario de Sevilla.


            HERMANDAD DE LA O

Ntro. Padre Jesús Nazareno.

Obra del escultor sevillano Pedro Roldán.

María Santísima de la O



              HERMANDAD ESPERANZA DE TRIANA

Capilla de los marineros.  Santísimo Cristo de las Tres Caídas.








Ntra. Sra. de la Esperanza.




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