sábado, 19 de abril de 2025

SEMANA SANTA DE CORIA DEL RÍO. Patrimonio Artístico y Religioso de un Pueblo.

 

 Enlaces a la Semana Santa de Coria del Río, para verlos sólo tienes que pinchar los nombres o las fotos y te llevaran a la entrada deseada.

Patrimonio Artístico y Religioso. Excursión con bachillerato.

 

            DOMINGO DE RAMOS.  

          Hermandad de la Borriquita.



        LUNES SANTO.

       Hermandad del Cautivo.

  


                    MARTES SANTO Y SÁBADO SANTO

                Hermandad de San José y Hermandad de la Piedad.

        

  

 

 

  MIÉRCOLES SANTO. 

 Hermandad del Gran Poder.


           JUEVES SANTO.  

              Hermandad del la Vera+Cruz.

 

                  

  VIERNES SANTO.  

Hermandad de la Soledad. El Santo Entierro y el Domingo de Resurrección con los Abrazos.

      

 

 

SEMANA SANTA CORIANA. "Coria del Río". VIERNES SANTO. DOMINGO DE RESURRECCIÓN. ( Parte VI ) Hermandad de la Soledad.

    Excursión con alumnos del Instituto, por las Iglesias de Coria del Río.

Y la Historia va llegando a su fin, con esta hermandad que visitamos en último lugar, pero que para nada representa lo último, sino un episodio más de esta maravillosa historia.

  

VIERNES SANTO.

Llegamos a la basílica de la Soledad, la Historia se hace mayor, pues es quizás la hermandad más venerada por los corianos y corianas. Al menos, es una de las Hermandades más antiguas y con más hermanos y hermanas de la Semana Santa de Coria. 


Todos la conocemos por la Virgen de la Soledad y los abrazos, una de las procesiones más llamativas de la Semana Santa andaluza.

Pero la Hermandad es más que ella, La Virgen de la Soledad, y tiene, además, otros dos titulares, el Santísimo Cristo Yacente, y Cristo Resucitado, ambos realizados por Francisco Buiza padre, igual que el Gran Poder y completando, así, sus obras de la Semana Santa coriana.

El Cristo Yacente, es una de las tallas más desconocidas de Coria, pues al salir en un paso con una urna elevada, tiene una visión reducida. Pero si lo contemplamos debidamente, descubriremos que es un portento de imagen, nada inferior, en calidad, al Gran Poder.

De hecho, es un año anterior, y se le ha considerado, la mejor obra de Francisco Buiza. En ella, podemos volver a ver las características de su escultor. El dolor que expresa su talla. El sufrimiento marcado en su rostro, con un ojo cerrado y otro entreabierto, al igual que los labios, que dejan ver los incisivos, y que se completa con la abundancia de sangre que hay en él. 



La perfección con la que talla el cuerpo completo, es insuperable, con una gran monumentalidad reflejada en toda su musculatura, y que trasmite una gran fuerza expresiva al devoto y espectador que lo contempla.

El movimiento también queda reflejo, a pesar de ser un cristo yacente, y se puede distinguir en la posición de los brazos, el derecho sobre el abdomen y con los dedos separados; y en los pies, al elevar la rodilla izquierda, encogiendo el mismo pie.

En esta talla, Francisco Buiza, quiso exagerar algunos signos, para destacar la expresividad del cristo. Así los ojos están más marcados de los normal, al igual que los huecos de los clavos, dejando una gran huella. Por último, destaca la expresividad en los continuos rizos de su pelo, tanto en la melena, como en la barba. Todas esas características, hacen que el feligrés, al contemplar la imagen sienta una especial devoción por ella.

El Cristo Resucitado, aunque la talla es obra de José Luis Pires, gaditano, que la realiza en 1946, fue restaurada por Francisco Buiza, en 1973, y gracias a su maestría, consigue realizar una nueva imagen. Así, Buiza le cambia la cabeza, y el sudario, dos de los elementos más destacados en la imagen.

Su rostro muestra por fin, la serenidad, la dulzura y alegría contenida, de haber vencido a la muerte. Con una mirada llena de vida, amplia, que quiere contemplar a los fieles que se acercan a verlo triunfar de la muerte.

El sudario, tela llena de arrugas, al estilo barroco, con nudo amplio a la derecha, le imprime un gran movimiento a una escultura que es inmóvil.

Los brazos despegados del cuerpo y las manos, también son reflejos de ese movimiento. Así con la izquierda coge una bandera, con el anagrama de Jesús, las letras JHS (símbolo de Jesús, Hombre y Salvador). Mientras que la mano derecha incita a la bendición que nos otorga al ser sus fieles hijos y seguidores.




La Virgen de la Soledad, gran obra artística y devocional coriana, de autor anónimo, y fecha indeterminada, es la más antigua imagen que procesiona por las calles de nuestra localidad. Y lo podemos saber, además de por documentos que, ya en el siglo XV, hablaban de la procesión extraordinaria y grandilocuente de los abrazos, por sus facciones y técnica de ejecución, que, nos indica que coincide con todas aquellas imágenes marianas que se realizan a finales del siglo XVI, tras el Concilio de Trento, y que deben representar la doble escena del dolor de la muerte de su hijo, pero también, la gloria de su resurrección.

Así podemos apreciar en su rostro, que ni hay lágrimas, ni hay muestras de dolor exagerado, más bien, un rostro sereno, sin dramatismo, que se llena de alegría el Domingo de Resurrección.

También destaca la forma de la cabeza, llamada de bombilla, por su forma ovalada imperfecta, y que será característica de las imágenes marianas de esa época, de final del siglo XVI.

Mirada hacia el suelo, como signo de resignación, y boca entreabierta, mostrando los dientes superiores, nos trasmite también esa dulzura y resignación en espera de la resurrección de su hijo, centrada en la plaza de Ntra. Sra. De la Estrella, donde acude todos los domingos de Resurrección, nuestro Cristo resucitado, para poder abrazar, por tres veces, a su sagrada Madre, Nuestra Señora de la Soledad coronada.

La Historia de esta imagen mariana, está llena de veneración y admiración por los fieles y las fieles corianos, quienes siempre la han considerado su madre. Por ello, en el año 2005, se celebró, uno de los actos más emotivos y devocionales que se pueden realizar con una imagen mariana, como es su coronación canónica.

Esta consiste en una ceremonia, que en este caso se ofició, en la explanada de final del parque Carlos de Mesa, en la que el Arzobispo de la diócesis, D. Carlos Amigo Vallejo, le impone una nueva corona de oro, donado por los fieles y devotos de la hermandad y de los corianos y corianas en general.

"Así es y será, la madre de numerosos corianos y corianas, por siempre jamás."




SEPTENARIO EN HONOR A NTRA SRA DE LA SOLEDAD.

Como podéis ver, la hermandad, está celebrando parte de los cultos a sus titulares, por eso, tenemos un altar especial, decorado, llamativo, con velas y flores, pues una parte esencial de cualquier hermandad es dar culto, a, y evangelizar con, sus titulares. En este caso a la Virgen de la Soledad, en su septenario (siete días de culto), que terminarán el viernes de Dolores.




Por ello, no podemos ver los pasos. Sin embargo, si debemos comentar, que tiene cuatro pasos procesionales, dos para la salida del Viernes Santo, y otros dos para la procesión de los Abrazos, el Domingo de Resurrección.

Destaca por su excepcionalmente, el paso del Cristo Yacente, de estilo Neoclásico. De madera de caoba con antepaños de plata, en los que se encuentran repujados en plata, el águila de San Juan.

Sobre el paso, una urna de plata y cristal, obra del taller de Villarreal, que es considerada una de sus obras maestras. Al ser esta urna muy pesada, hasta hace pocos años, el paso no salía con costaleros, sino que tenía un mecanismo de ruedas que lo hacía mover. Hoy en día, si cuenta con una importante cuadrilla de costaleros.

Y volver a recordaros la importancia del Domingo de Resurrección, tanto el arte devocional, como en la fe religiosa, pues completa la pasión y muerte de Jesús, en la alegría y nueva esperanza de la resurrección.


DOMINGO DE RESURRECCIÓN.

LOS ABRAZOS


Y llegamos al último capítulo de nuestra Historia, de la historia que como he comentado, han forjado a lo largo de los años, de las centurias, vuestros antepasados, abuelos y padres, con orgullo y pasión por la Semana Santa y la fe.

Y este capítulo, es quizás el más importante, al menos el que nos distingue del resto de ciudades y pueblos, donde se celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro padre Jesús, hijo de Dios.

Recuerdo, mis primeros años de trabajo en Extremadura, y al acudir a la misa de Domingo de Resurrección, un año cualquiera, me impactó, el sermón, del entonces obispo de la diócesis de Mérida-Badajoz, en la que exponía, que la Semana Santa no acaba en la tristeza de la muerte de Jesús, como suele ocurrir en el norte y centro de España. Sino que hay que vivir la alegría de la Resurrección, de cómo Jesucristo, vence a la muerte y se hace Dios, junto al Espíritu Santo y al Padre todopoderoso, La Trinidad. Y es esto lo que nos hace ser verdaderos cristianos, entre otras razones.

Y aquí en Coria lo demostramos perfectamente, uniendo devoción popular, tradición, y alegría, en la celebración de nuestros queridos y afamados ABRAZOS.

La Virgen de la Soledad, llega y recibe, en la Plaza de la Estrella, a su hijo, resucitado y alegre de volver a verla, dándole, entonces, tres abrazos, que simbolizan, no sólo la alegría del encuentro, sino la alegría de la Resurrección, de como Dios vence a la Muerte, y nos da esperanza en la futura resurrección.

Y es que nuevamente, nos encontramos a nuestra Santa Madre, la Virgen de la Soledad, vestida de rojo, en este caso de alegría, pues el rojo de los días anteriores de la Semana Santa, muestra dolor y sangre por la pasión de Jesús.

Según se vea vestida de luto o color rojo de alegría, parece que su cara cambia el semblante, viéndose en esta ocasión como la alegría de ver a su hijo resucitado, llena todo el rostro. Y es que los colores nacarados de su policromía, destacan sobre la imagen mariana con ese manto colorido y bordado en hilo de oro a realce.

La imagen Cristo resucitado, ya hemos comentado como es obra de José Luis Pires, escultor gaditano, que la realiza en 1946. Pero que recibe una importante restauración de la mano del insigne escultor Francisco Buiza, terminando con esta imagen toda una completa iconografía de la pasión de Cristo en nuestro pueblo (Gran Poder, Cristo Yacente y ahora Cristo Resucitado), pues le realiza una nueva cabeza, y el manto de pureza o paño, como se suele nombrar, dos elementos importantísimos de la talla.

Cristo, con rostro sereno, mirada amplia. Donde el movimiento queda reflejado en las piernas, destacando el talón izquierdo levantado del suelo, demostrando el paso que realiza hacia el espectador, el devoto que va a orarle y contemplar cómo avanza hacia su madre la Virgen de la Soledad, para darle los abrazos fraternos. Los brazos abiertos, en forma de V, de Victoria por vencer a la muerte, y para poder abrazar con alegría a todos sus hijos corianos y corianas.

Los ABRAZOS, tiene una antigüedad no conocida todavía, pero, que seguro se remonta al siglo XVI, época de convulsión religiosa con la aparición de los protestantismos, iniciados por Martín Lutero, y que tuvieron en la Iglesia católica su contrarreforma tras el Concilio de Trento, donde se dio importancia mayúscula a la formación religiosa y devoción, a través de las procesiones populares. Y es que los Abrazos, cumplen fielmente esa muestra de evangelización, mostrando la alegría que pone punto y final a la Semana Grande coriana, a la Semana Santa, principio de la fe y religiosidad coriana y eterna.


 Pero, la Historia no acaba aquí, sino que continúa en vosotros, en el relevo que daréis a esta plena Semana Santa, con vuestra devoción a las hermandades e imágenes que vuestros padres y abuelos os han trasmitido con tanto fervor, con la dedicación de buena parte de vuestro ocio, a esa hermandad en la que conviviréis y protegeréis. Y con el esfuerzo continuo que debéis tener para desarrollar vuestras vidas en un futuro lleno de alegrías y emociones.

 

Texto : Fº Javier Bellido Díaz. 


TODAS LAS FOTOS SON PROPIEDAD DE VIAJANDOJUNTOS31

 

GALERÍA FOTOGRÁFICA.





 

OTROS ENLACES DONDE PODÉIS SEGUIR VIENDO LA "SEMANA SANTA CORIANA".

 

 

 Domingo de Ramos. Hermandad de la Borriquita.



Lunes Santo. Hermandad del Cautivo.